Ángel
de mi guarda,
dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día;
si me desamparas
¡qué será de mí!,
ángel de mi guarda
ruega a Dios por mí.
Ángel de mi guarda,
mi dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día.
No me dejes solo,
que me perdería.
Hasta que me duerma
en los brazos de Jesús, José y María.
Con tus alas me persigno
y me abrazo a la cruz
y en mis labios llevo
el dulce nombre de Jesús.
dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día;
si me desamparas
¡qué será de mí!,
ángel de mi guarda
ruega a Dios por mí.
Ángel de mi guarda,
mi dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día.
No me dejes solo,
que me perdería.
Hasta que me duerma
en los brazos de Jesús, José y María.
Con tus alas me persigno
y me abrazo a la cruz
y en mis labios llevo
el dulce nombre de Jesús.
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